¿Sabias qué?

El lenguaje es una de las manifestaciones de la comunicación más fascinantes. Es compartido por una comunidad grande o pequeña y cuenta generalmente con un sistema de escritura. Para los pueblos indígenas, las lenguas no son únicamente símbolos de identidad y pertenencia a un grupo, sino también vehículos de valores éticos. Constituyen la trama de los sistemas de conocimientos mediante los cuales estos pueblos forman un todo con la tierra y son cruciales para su supervivencia.

En México el paisaje lingüístico es inmenso. Además del español, se hablan 364 variantes lingüísticas, provenientes de 68 agrupaciones o lenguas, sin embargo, esta hermosa riqueza cultural se encuentra amenazada por distintos contextos socioculturales y económicos. Incluso en el año 2020, la lingüística Yásnaya Aguilar pronunció un discurso sobre la crisis que atraviesan estos idiomas en el país. De acuerdo con el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México), en los últimos 200 años, la población hablante de lenguas indígenas en México se ha reducido de un 65% a un 6,5%. 

La Constitución mexicana habla de pluriculturalidad y cada vez existen mayores esfuerzos por hacerla realidad, como la creación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Sin embargo, las diferencias sociales y de clase siguen castigando especialmente a esta parte de la población.

Tras años de discriminación, muchos padres indígenas han optado por fomentar la comunicación y la educación de sus hijos en las lenguas dominantes, a fin de crearles condiciones óptimas para el éxito social. 

Sin embargo, el reconocimiento cada vez mayor, a escala mundial, de los sistemas de conocimientos de los pueblos indígenas reaviva la esperanza de que las lenguas indígenas se revitalicen y difundan, tanto de forma oral como escrita. 

Artículos de referencia:

• Palabra maya.
• Lenguas indígenas: conocimientos y esperanza.
• Lenguas indígenas en México. 
• Catálogo de lenguas indígenas en México.

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Ayuda en Acción

A lo largo de los años, los esfuerzos en el ámbito educativo se han concentrado en enseñar a los alumnos la mayor cantidad posible de temas que contienen los programas educativos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la cantidad de información que recuerdan los alumnos no se compara a la cantidad de información proporcionada en un inicio. 

Esta situación sucede cotidianamente en todas las personas que nos rodean, sin embargo todos contamos con experiencias importantes y profundas que son parte de la construcción de la personalidad y el carácter.

El arte es un medio importante, aunque no el único, para formar parte fundamental de la educación desde los primeros años, ya que el arte tiene la capacidad de sorprender, conectar con las emociones y descubrir a través de letras, melodías o imágenes conceptos que permanecerán en la memoria.

El arte para la población no es un bien redituable, por el contrario ha perdido su valor y se percibe como una actividad sin valor productivo y de la cual podríamos prescindir. En el mejor de los casos el arte se ve como una actividad ornamental. Por otro lado, los saberes actualmente valorados son los que están más directamente ligados a la producción, acordes a las necesidades del mercado. 

Sin embargo, diversos estudios sostienen que la enseñanza de las bellas artes, desde los primeros años de un niño, lo ayudan a desarrollar numerosas habilidades que lo acompañarán a lo largo de su vida. Algunos científicos, provenientes del campo de la neurobiología, afirman que son las experiencias tempranas las que contribuyen a la formación de los circuitos cerebrales y que las experiencias sensoriales son fundamentales en la conformación de las estructuras del pensamiento, coinciden además en afirmar que la experiencia que se da en la interacción con el medio permite la integración de redes neuronales que serán definitivas para el desarrollo posterior.

Como se menciona en un estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana, existen científicos que insisten en resaltar la capacidad plástica cerebral a lo largo de toda la vida y la posibilidad permanente del ser humano de desarrollar aptitudes a través de la interacción con su medio.

Dicho de otra manera, la aplicación de las bellas artes: música, pintura, escultura, baile, teatro, entre otras, proporciona herramientas necesarias para el desarrollo, pues el uso cotidiano de la creatividad es capaz, incluso, de cambiar la relación entre los estudiantes, los padres y los maestros. La inclusión de estrategias artísticas plantea la posibilidad de un aprendizaje que no necesariamente requiere de aprender datos de memoria, fomenta la aproximación de los estudiantes al descubrimiento y a la curiosidad genuina.

Estudio realizado por la Universidad Autónoma Metropolitana:

https://www.redalyc.org/pdf/340/34004607.pdf  

Libro de referencia:

El arte en el aula primaria

Artículos de referencia:

• Arte y libros para una pedagogía del futuro
• La importancia del arte en la educación 
• Importancia del arte en la educación primaria

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Lidefer

Una tradición muy representativa de México es el Día de Muertos, sin embargo, en cada región existen diferentes tradiciones, como el Hanal Pixán traducido como “comida de las ánimas”, un festejo popular entre los antiguos habitantes de la península de Yucatán.

El Hanal Pixán es una tradición del pueblo maya que se lleva a cabo del 31 de octubre al 2 de noviembre, en la cual se ofrece comida tradicional a los difuntos de la península de Yucatán.

El primer día se dedica a los niños y le llaman u hanal palal. El segundo día de noviembre, está dedicado a los adultos muertos y le llaman u hanal nucuch uinicoob, y el tercer día es el u hanal pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.

En el día de los niños difuntos el altar es decorado con un mantel bordado en tonos alegres, en el que se colocan, además de los alimentos, dulces y juguetes, flores de xpujuc (de tipo silvestre y color amarillo), xtés en color rojo y virginias.

Una semana después, se efectúa el bix (ochovario del día de finados) u octava, que es una especie de repetición menos complicada que la anterior. En las noches de esos días, en las puertas de las casas y en las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas vean su camino al retirarse de la población.

Conoce más esta tradición

• https://www.yucatan.gob.mx/?p=hanal_pixan  
• https://www.admagazine.com/articulos/hanal-pixan-tradicion-maya-dia-de-muertos  

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La educación emocional es un proceso que busca el desarrollo y regulación emocional a través del conocimiento y desarrollo de habilidades para afrontar retos o situaciones adversas, con el principal objetivo de mantener el bienestar personal, mejorar la comunicación con otros así como lograr un mejor entorno social.